Mezuzá


En el marco de la mayoría de las puertas de hogares judíos, encontramos la mezuzá. Se trata de un recordatorio diario —y una declaración pública— de la identidad y fe judía. A pesar de que significa literalmente “marco de puerta”, comúnmente se refiere a un rollo de pergamino que contiene versículos bíblicos, el cual es puesto en ese lugar.

La mezuzá recuerda el éxodo de Egipto, cuando la sangre del cordero untada en los marcos de las puertas identificó las casas judías que Dios pasó por alto durante la última plaga, la "muerte de los primogénitos". Desde ese día en adelante, siempre ha identificado a un hogar judío.

El rollo de pergamino contiene los dos primeros párrafos de la plegaria del “Shemá”, declarando la unicidad de Dios y comandándonos a escribir estas palabras en las jambas de nuestros hogar y nuestros portales (Deut. 6:4-9). El segundo versículo (Deut. 11:13-21) enseña que el destino judío, tanto individual como nacional, depende de nuestro cumplimiento de la voluntad divina.

Guardián de las puertas de Israel

Del otro lado del rollo de la mezuzá está el nombre hebreo de Dios: Sha-dai. Este nombre es un acrónimo de “Guardián de las Puertas de Israel” (La shin, la primera letra de este Nombre, a menudo aparece en la caja de la mezuzá).

En el tiempo del Talmud, un rico Rey Persa se jactaba de su “riqueza inigualable”. Un día le envió una perla a Rabí Yehudá, quien envió un regalo a cambio: una mezuzá, la cual iba acompañada de la siguiente nota: “Tu regalo, la perla, debe ser resguardado de ladrones que puedan dañarte; pero mi regalo es aún más valioso, ¡porque mi regalo te resguarda de los daños!”.

La mayoría de las mitzvot – preceptos - tienen el poder de protegernos mientras estamos involucrados activamente en su cumplimiento, pero la mezuzá es única en el sentido que nos protege también cuando estamos dormidos.
Compartimos, a modo de imagen, la colocación de mezuzá como rutual de protección para acompañar la remodelación de oficinas y espacios en el patio de la sede de Kehilá Rosario.

Kehila
Mezuzá

En el marco de la mayoría de las puertas de hogares judíos, encontramos la mezuzá. Se trata de un recordatorio diario —y una declaración pública— de la identidad y fe judía. A pesar de que significa literalmente “marco de puerta”, comúnmente se refiere a un rollo de pergamino que contiene versículos bíblicos, el cual es puesto en ese lugar.

La mezuzá recuerda el éxodo de Egipto, cuando la sangre del cordero untada en los marcos de las puertas identificó las casas judías que Dios pasó por alto durante la última plaga, la "muerte de los primogénitos". Desde ese día en adelante, siempre ha identificado a un hogar judío.

El rollo de pergamino contiene los dos primeros párrafos de la plegaria del “Shemá”, declarando la unicidad de Dios y comandándonos a escribir estas palabras en las jambas de nuestros hogar y nuestros portales (Deut. 6:4-9). El segundo versículo (Deut. 11:13-21) enseña que el destino judío, tanto individual como nacional, depende de nuestro cumplimiento de la voluntad divina.

Guardián de las puertas de Israel

Del otro lado del rollo de la mezuzá está el nombre hebreo de Dios: Sha-dai. Este nombre es un acrónimo de “Guardián de las Puertas de Israel” (La shin, la primera letra de este Nombre, a menudo aparece en la caja de la mezuzá).

En el tiempo del Talmud, un rico Rey Persa se jactaba de su “riqueza inigualable”. Un día le envió una perla a Rabí Yehudá, quien envió un regalo a cambio: una mezuzá, la cual iba acompañada de la siguiente nota: “Tu regalo, la perla, debe ser resguardado de ladrones que puedan dañarte; pero mi regalo es aún más valioso, ¡porque mi regalo te resguarda de los daños!”.

La mayoría de las mitzvot – preceptos - tienen el poder de protegernos mientras estamos involucrados activamente en su cumplimiento, pero la mezuzá es única en el sentido que nos protege también cuando estamos dormidos.
Compartimos, a modo de imagen, la colocación de mezuzá como rutual de protección para acompañar la remodelación de oficinas y espacios en el patio de la sede de Kehilá Rosario.

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