En primera persona | Pablo Iugt: “Nos encontramos llorando cuando debíamos bailar”
Como Rabino de Kehilá Rosario, y a 120 años del nacimiento de la Asociación Israelita de Beneficencia, Pablo Iugt trabaja como cara visible del culto, definido por él mismo como “el área de referencia para promover el desarrollo espiritual e intelectual de los miembros de la Kehilá, y como forma de acompañamiento y contención a través del ciclo de vida y festivo”.
Bajo la idea de “hacer comunidad”, que rige fuertemente como principio compartido, es destacable como experiencia la gran cantidad de personas que junto a Pablo han oficiado en el año en el proceso de Bar y Bat Mitzvá, como parte de un trabajo de guía pero que funciona en forma colectiva.
“Quisiera destacar la preparación de chicos de Rafaela, Reconquista, Victoria y Estados Unidos para sus ceremonias de Bar Mitzvá. Algunas de las ceremonias han sido celebradas en Kehilá Rosario, y otras, como la de Rafaela, allí mismo, pudiendo cumplir el objetivo fijado de asistir y ser soporte para las comunidades más pequeñas de nuestro alrededor”, sostiene el Rabino Iugt.
Imágenes en colores que solo habíamos visto en blanco y negro
Es ineludible tocar el 7 de octubre como parte de una agenda que marcó el inicio de un nuevo año: “Ese Sábado negro, como pasó a llamarse, era Simjat Torá. Debíamos bailar con nuestros rollos ancestrales y celebrar en comunidad. Sin embargo, nos encontramos llorando muertos: ancianos, adultos, jóvenes, niños y bebés. Nos tocó ver imágenes en colores que solo habíamos visto en blanco y negro. Cuando pensamos que el mundo había aprendido de experiencias pasadas, como la Shoá, por ejemplo, y creíamos en el Nunca Más, nos vimos envueltos en una pesadilla que nadie podía imaginar”, sostiene Pablo, y agrega: “duele el terror. Duele el silencio de muchos. Duele el antisemitismo floreciente en el mundo en general y en nuestro país en particular. Pero como cantaba María Elena Walsh: Tantas veces me mataron, tantas veces me morí/ Sin embargo, estoy aquí, resucitando… Y así será con Am Israel una vez más”.
Por Israel, con Israel
Sobre esta nueva realidad, tan impensada como cruel, Pablo sostiene: “Creo que debemos tomar conciencia de que esta guerra no es solamente entre Israel y Hamas. Es entre el mundo occidental y las organizaciones terroristas, es entre un mundo con derechos y obligaciones y organizaciones criminales que solo buscan imponer su ley de la manera que sea. Por eso es importante que toda la sociedad, no solo el pueblo judío, tome posición en este conflicto y definamos de una vez por todas qué mundo queremos dejarle a nuestros hijos y a nuestros nietos”.
Hace pocos días, Pablo Iugt formó parte de un encuentro rabínico internacional organizado por el Movimiento Masortí, realizado en Uruguay. De esa experiencia, en la que a lo largo de tres días se trabajaron aspectos tanto comunitarios como personales en torno a la tarea rabínica, Pablo destaca y comparte una declaración: “Por Israel. Con Israel, frase que fue resultado de un trabajo conjunto entre todos para mostrar el apoyo incondicional a Israel y a su pueblo, para exigir la liberación de todos los secuestrados, para abrazar a las familias rotas, para rezar por los heridos y para implorar que la paz llegue a cada rincón del mundo”.
Pablo recupera el Final del Salmo 29: “Dios le dará fuerza a su pueblo y lo bendecirá con su paz” y agrega: “Debemos tener fe y paciencia en que Juntos venceremos esta batalla contra el terror”.
Asimismo, y en referencia a las muertes acontecidas en este episodio que sacudió al mundo, comparte la oración más tradicional, el Izkor (Recuerdo) de nuestros seres queridos: “Rezamos para que descansen en paz por toda la eternidad y para que su bendita memoria pueda ser una fuente constante de inspiración y bendiciones para todo nuestro pueblo”.
Como parte de una reflexión final, Pablo deja unas palabras, en el tono en el que las comparte en sus plegarias, cantos y oraciones, ya sea en el Templo o allí donde una palabra de fe haga raíz para luego florecer como acto.
“Elevemos nuestra oración más profunda por nuestros hermanos del Estado de Israel en esta hora tan triste y oscura. Ayúdanos, querido Dios, a tener el coraje de mantenernos fuertes, de mantenernos firmes. Brinda tu consuelo a los corazones desgarrados y afligidos de todos aquellos miles que han sufrido la pérdida de un ser querido ante la barbarie y el terror.
Concede una pronta curación a los miles de heridos. Sánalos de cuerpo y alma.
Te pedimos, Dios, que todos aquellos que fueron tomados como rehenes por los terroristas: bebés, niños, mujeres, hombres y ancianos puedan retornar en paz, sanos y salvos a su hogar.
Recemos para desterrar el odio. Recemos por un mundo mejor. Recemos por la fortaleza de nuestros hermanos alrededor del mundo, porque somos am ejad im lev ejad, un solo pueblo con un solo corazón.
Juntos venceremos.
¡Am Israel Jai!”