Opini贸n | Hacer luz en la oscuridad


Por Jacky Rechter, Sheliaj de la Agencia Judía y Hejalutz Lamerjav

 

Desde el 7 de octubre cambió toda nuestra vida, desde la mañana de aquel sábado oscuro los ojos ya no cierran por completo, las lágrimas caen sin aviso previo y el aire nos hace falta. Desde aquél sábado las sonrisas vienen acompañas de culpa y cada alegría viene acompañada del pensamiento de estar haciendo algo erróneo. La distancia y preocupación de los conocidos en Israel, la necesidad de ser vistos y no pasar desapercibidos y el miedo de ser vistos demasiado y poner en peligro a los más cercanos nos acompañan en cada momento.

Aquella culpa mezclada de sentimientos, el auto juzgarnos y preguntarnos "dónde estoy", en estos momentos nos llevan a ver cada video, por más difícil que sea hasta el final, memorizar la cara de cada secuestrado o asesinado e intentar contar a cada persona lo que pasó y no dejar que se desvanezca de nuestro día el pensamiento hacia Israel.

Esta culpa la llevamos con nosotros cada día desde entonces, con la necesidad que en Israel y en el mundo sepan que estamos de su lado, que estamos haciendo lo posible y que lo sentimos en el corazón, que aunque no estamos ahí físicamente somos parte y que el vacío en el estómago está con nosotros a cada minuto.

Pero es el momento de cambiar la culpa en entendimiento, aprender a compartir en comunidad este sentimiento y luchar junto a él. Hay que convertir la culpa en acciones de vida, hacer luz en la oscuridad, aprendiendo, soñando y construyendo.

Hay que entender: estamos haciendo lo que podemos. Algunos realizamos donaciones, otros nos manifestamos, otros educamos, y todos estamos juntos en un mismo barco, navegando en esta tormenta a la que aún no le vemos final. La luz es aferrarnos a la vida, reconstruir la confianza, recordar y no esconder lo que somos y estar orgullosos de generar luz en un mundo que a veces resulta más oscuro de lo que pensamos.

No nos culpemos más. Accionemos, vivamos, sonriamos, lloremos, bailemos y estemos presentes de la manera que podamos. Nuestra misión es seguir, aferrarnos a la vida, ayudar desde la distancia y pedir que en días futuros podamos soñar con una paz.
 

Am Israel Jai

Kehila
Opini贸n | Hacer luz en la oscuridad

Por Jacky Rechter, Sheliaj de la Agencia Judía y Hejalutz Lamerjav

 

Desde el 7 de octubre cambió toda nuestra vida, desde la mañana de aquel sábado oscuro los ojos ya no cierran por completo, las lágrimas caen sin aviso previo y el aire nos hace falta. Desde aquél sábado las sonrisas vienen acompañas de culpa y cada alegría viene acompañada del pensamiento de estar haciendo algo erróneo. La distancia y preocupación de los conocidos en Israel, la necesidad de ser vistos y no pasar desapercibidos y el miedo de ser vistos demasiado y poner en peligro a los más cercanos nos acompañan en cada momento.

Aquella culpa mezclada de sentimientos, el auto juzgarnos y preguntarnos "dónde estoy", en estos momentos nos llevan a ver cada video, por más difícil que sea hasta el final, memorizar la cara de cada secuestrado o asesinado e intentar contar a cada persona lo que pasó y no dejar que se desvanezca de nuestro día el pensamiento hacia Israel.

Esta culpa la llevamos con nosotros cada día desde entonces, con la necesidad que en Israel y en el mundo sepan que estamos de su lado, que estamos haciendo lo posible y que lo sentimos en el corazón, que aunque no estamos ahí físicamente somos parte y que el vacío en el estómago está con nosotros a cada minuto.

Pero es el momento de cambiar la culpa en entendimiento, aprender a compartir en comunidad este sentimiento y luchar junto a él. Hay que convertir la culpa en acciones de vida, hacer luz en la oscuridad, aprendiendo, soñando y construyendo.

Hay que entender: estamos haciendo lo que podemos. Algunos realizamos donaciones, otros nos manifestamos, otros educamos, y todos estamos juntos en un mismo barco, navegando en esta tormenta a la que aún no le vemos final. La luz es aferrarnos a la vida, reconstruir la confianza, recordar y no esconder lo que somos y estar orgullosos de generar luz en un mundo que a veces resulta más oscuro de lo que pensamos.

No nos culpemos más. Accionemos, vivamos, sonriamos, lloremos, bailemos y estemos presentes de la manera que podamos. Nuestra misión es seguir, aferrarnos a la vida, ayudar desde la distancia y pedir que en días futuros podamos soñar con una paz.
 

Am Israel Jai

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